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CRÓNICA DIA 5º

 

ERRACHIDIA-MERZOUGA

 

Hoy nos espera un buen día, tendremos nuestro primer contacto con el desierto en este viaje, además de otras sorpresas inesperadas…..

 

No madrugamos mucho pues la etapa de hoy será corta desayuno en el hotel, por cierto, el hotel Kenzi Rissani, el mas básico del viaje pero correcto.Me recordaba a mis primeros viajes a Marruecos pues antes abundaban estos alojamientos que no conocen la palabra mantenimiento.

 

Antes de partir entregamos  a una camarera del hotel cercana a la tercera edad una bolsa con unos cuantos kilos de retales de finas telas que nos habían dado para regalar. La mujer no podía creer que era para ella y nos preguntó si era ropa nuestra para lavar; nos costó convencerla de que era para ella. Cuando ya estábamos preparando el coche para partir apareció con un bonito ramo de flores como muestra de agradecimiento, bonito gesto que nos llegó al corazón. Lo que es la necesidad…..

 

Una vez, todos preparados salimos con el mismo rumbo desde que empezamos esta singladura, nuestra obsesión sigue siendo el sur.

 

El viaje se desarrolla sin muchos sobresaltos, el paisaje cada vez es más árido y más llano.

 

Al pasar vemos un cartel que indica el desvío a la fuente azul de Meski. Hemos pasado por allí varias veces pero nunca ha habido tiempo para visitarlo. En un momento por las emisoras acordamos dar la vuelta y no volver a quedarnos con las ganas. Acertamos de pleno Una enorme piscina con el agua azul que brota de forma natural de una gruta. También es camping y tiene tiendas. Por supuesto enseguida tenemos guía y varios “amigos” que nos enseñan gustosamente las instalaciones y también las ruinas de una antigua aldea.

 

Tomamos un té en una de las tiendas y los que aún no tienen che-che (turbante bereber) se lo compran. En unas horas les hará falta.

 

Continuamos viaje, nuestra siguiente parada será el geiser de Borj Yerdi. Fotos de rigor y algunas compras en sus puestecillos perennes. Dada la hora aprovechamos para hacer nuestro rengue de rigor. Algunos niños se nos unen al festín y  les damos chuches, ropa y demás.

 

Reanudamos ruta hasta Erfoud donde tomamos las pistas hacia el este para llegar al Erg Chebbi por las inmensas hamadas. Paramos en una de ellas para poner coches en paralelo, hacerles fotos y video y rodar a buena velocidad un rato.

 

Cuando por fin llegamos a Erg Chebbi una desagradable sorpresa nos espera: una importante tormenta de arena es la dueña del lugar Nos enfundamos nuestros cheches e intentamos buscar un sitio para comer. La cosa está complicada si no queremos comer bocadillo a las finas arenas de duna.

 

Después de un paseo por las dunas aprovechamos para buscar una solución para la comida y no pudo ser mejor. Acordamos con los propietarios de un albergue que nos dejaran usar su comedor a cambio de consumir bebidas del establecimiento. Festín con buen ambiente y al no poder salir al exterior la sobremesa se extendió por un buen rato, con buenas dosis de cachondeo.

 

Llega el momento de buscar una solución al tema de pernoctar: la tormenta de arena sigue y se supone que vamos a hacer la barbacoa y acampar en las dunas.

 

Decidimos ir al albergue de nuestro amigo Alí el cojo para ver si con su experiencia nos puede dar algún consejo y en el peor de los casos, alojamiento. La idea de acampada para esa noche se estaba borrando de nuestras mentes.

 

Enfilamos para allá y como siempre allí estaba Alí. Después de saludarnos y ponernos al día, nos invita a un té, y lo mejor de todo, nos dice que la tormenta pasará en una hora y media. Nos propone un par de sitios para acampar. Este hombre es genial. Por supuesto la tormenta amainó justo cuando él había dicho.

 

Por fin llegamos al sitio elegido para la acampada: un idílico lugar rodeado de dunas con palmeras. En un rato teníamos el campamento montado y el fuego listo para la comilona. Lo pasamos muy bien. La cena se prolongó por unas horas. La luna llena impidió que viéramos las infinitas estrellas que normalmente se ven en noches de luna nueva pero a cambio nos ofreció una luz natural que hacía la noche aún mas mágica.

 

Llegó el momento de descansar. Mañana tendremos la etapa reina: nos internaremos en el corazón del Erg Chebbi.

 

 

 

 

 

 

 

 


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