Día 1
Madrid-Cádiz-Asilah.
El día del reencuentro
Esta vez Antonio lo planea todo para que lleguemos a Asilah tempranito y podamos descansar e incluso hacer algo de shopping. Cogeremos el barco de las 16 h, para lo cual los patos madrileños deberán pegarse un buen madrugón.
Sobre las 15 horas nos vamos encontrando en el puerto de Algeciras. Juan y Paco se acercan a la ventanilla de Balearia a recoger los billetes y allí una empleada les anuncia que el barco lleva algo de retraso. ¿Cuánto retraso? Pues no lo sé, contesta la chica. Chungo nibelungo....
Ya en la cola del ferry nos anuncian que el retraso es de tres horas como poco. ¿Es coña? Pues no es coña: el día de huelga y el paron en las travesías del Estrecho los dos días anteriores a causa del levante ha producido un embotellamiento en las comunicaciones marítimas. Mierda... otra vez llegamos tarde al hotel.
Puestos a pasar el tiempo en el muy desagradable puerto de Algeciras, la tita Salu, como es habitual todos los años, entrega a los patitos/as unos juguetes y chuminás que les encantan. Antonio y Mar reparten las prendas conmemorativas a los patos gaditanos y Patofast polos y chubasqueros.
Por fin embarcamos...La travesía aburrida como siempre. Pasamos el control de policía en el barco y nos encomendamos a Alá para que los trámites aduaneros fueran rápidos. Pues no, no fueron rápidos. Cuando llegamos a la frontera los aduaneros marroquíes estaban desmontando los coches de los marroquíes: esos coches que vemos en nuestras carreteras cargados hasta las trancas. Presenciamos alguna que otra bronca entre ellos. Paciencia: esto es Marruecos. “Abra el maletero” “¿Esto que es?” “¿Llevan pistolas?” (¡Ay, Salvatore, lo que me acuerdo de ti en estos momentos...!). Joer..., lo de siempre. ¿No cambiará esto nunca?. Al final ven que se comienza acumular el trabajo y nos dan cuele.
Y por supuesto llegamos al hotel de noche cerrada, aunque al menos pudimos cenar.
Juan Patorojo
Creado por Juan Campllonch